sábado, 21 de enero de 2012

EL DECALOGO

El Decálogo
Según se enseña en el actual catecismo de la Iglesia católica  los Diez Mandamientos son:
  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  3. Santificarás las fiestas.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  5. No matarás.
  6. No cometerás actos impuros..
  7. No robarás.
  8. No dirás falsos testimonios ni mentirás.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  10. No codiciarás los bienes ajenos.
El catecismo católico, citando el Evangelio de Mateo (Mt 22;37-40) añade: «Estos Diez Mandamientos se encierran en dos; amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo».
La división y numeración de los mandamientos ha variado en el curso de la historia. El presente catecismo sigue la división de los mandamientos establecida por san Agustín y que ha llegado a ser tradicional en la Iglesia católica. Es también la de las confesiones luteranas. Los Padres griegos hicieron una división algo distinta que se usa en las Iglesias ortodoxas y las comunidades reformadas.
Catecismo de la Iglesia católica, n. 2066


El Decálogo y la ley natural
Para la Tradición católica, los Diez Mandamientos, aunque fueron revelados, son accesibles a la razón humana de modo natural. Además, ofrecen a todos los hombres un compendio de la ley natural:
Los Diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios. Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto indirectamente, los derechos fundamentales, inherentes a la naturaleza de la persona humana. El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la ‘ley natural’
Aunque accesibles a la sola razón, los preceptos del Decálogo han sido revelados. Para alcanzar un conocimiento completo y cierto de las exigencias de la ley natural, la humanidad pecadora necesitaba esta revelación:
«En el estado de pecado, una explicación plena de los mandamientos del Decálogo resultó necesaria a causa del oscurecimiento de la luz de la razón y de la desviación de la voluntad» (san Buenaventura
Conocemos los mandamientos de la ley de Dios por la revelación divina que nos es propuesta en la Iglesia, y por la voz de la conciencia moral.
Catecismo de la Iglesia católica, n. 2071
El decálogo en las confesiones Protestantes
Al no tener catecismo que proponga un estándar, el decálogo tal y como lo suelen citar los protestantes, se ciñe al texto de Éxodo 20, quedando los Diez Mandamientos como sigue:
  1. No tendrás Dioses ajenos delante de mí.
  2. No te harás imagen, ni ninguna semejanza; No te inclinarás a ellas, ni las honrarás.
  3. No tomarás el nombre de Yahveh tu Dios en vano.
  4. Acuérdate del día de reposo para santificarlo (El Sabath,Shabat o Sábado).
  5. Honra a tu padre y a tu madre.
  6. No matarás.
  7. No cometerás adulterio.
  8. No hurtarás.
  9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
  10. No codiciarás.
Discrepancias sobre el Decálogo entre católico-romanos y protestantes
Puede verse cómo el que para protestantes es el cuarto mandamiento (para católicos, el tercero), es cambiado en el Catecismo de la Iglesia católica de «Acuérdate del día de reposo para santificarlo», a «Santificarás las fiestas». Pero la mayor discrepancia se refiere al mandamiento de las imágenes (véase Iconoclasia), en el que aparece un problema clásico de interpretación. Aunque la prohibición es expresa en el texto bíblico (Éxodo 20:4y5), la tradición católica considera desde el segundo concilio de Nicea de 787 que la encarnación equivale a una revocación práctica de aquella prohibición; y también que el fondo de la prohibición aparece ya reflejado en el primer mandamiento: es una prohibición a la idolatría. Por eso en su catecismo no considera este mandamiento como distinto, sino que está contenido en el primero. A su vez los protestantes consideran «no consentirás pensamientos ni deseos impuros» y «no codiciarás bienes ajenos» como uno solo: «no codiciarás», ni la mujer, ni ningún bien de tu prójimo.
Los Diez mandamientos en el Mormonismo
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en su Guía para el Estudio de las Escrituras, explica sobre los Diez Mandamientos. Estas enseñanzas están en concordancia con otras iglesias o fe de la cristiandad. La Iglesia en el artículo sobre los Diez Mandamiento reconoce que ha habido una diferencia de opiniones acerca de cómo los mandamientos fueron divididos en diez. Se explica, que la Iglesia católica siguiendo el ejemplo de san Agustín, une lo que los mormones conocen como el primero y segundo, y divide el último en dos.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también explica que Jesús, citando Deuteronomio, 6: 4-5 y Levítico, 19: 18, ha resumido los Diez Mandamientos en dos grandes mandamientos: «Amarás al Señor» [...] y «amarás a tu prójimo». (Véase Mateo, 22: 36-40).
Los Diez Mandamientos han sido reiterados en escrituras modernas, certificando su veracidad e importancia, al igual que la experiencia de Moisés en el monte Sinaí (véase Mosíah, 12: 32-27; 13: 5; Doctrina y convenios, 42: 18-29; 59: 5-13). Dios ha prometido bendiciones para las personas que guarden los Diez Mandamientos. (Véase Doctrina y convenios, 59: 16-19).
La Iglesia requiere seguir los mandamientos al igual que otras enseñanzas. Por ejemplo, el profeta José Smith enseñó que el pueblo también debía obedecer, honrar y sostener las leyes del país donde vivan (véase Artículo de fe n.º 12), aunque claro está para mormones y no mormones que esto es aparte de los Diez Mandamientos.
 Los Diez Mandamientos en el judaísmo
En la religión judía, en la torá, los Diez Mandamientos está divididos del siguiente modo:   Dios dijo todas estas palabras:
  1. "Yo soy el Eterno, tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud".
  2. "No tendrás ni reconocerás a otros dioses en mi presencia fuera de mí. No te harás una imagen tallada ni ninguna semejanza de aquello que está arriba en los cielos ni abajo en la tierra ni en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos ni los adorarás, pues yo soy el Eterno, tu Dios, el único Dios, quien tiene presente el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación con mis enemigos; pero quien muestra benevolencia con miles de generaciones a aquellos que me aman y observan mis preceptos".
  3. "No tomarás para jurar en el nombre del Eterno, tu Dios, en vano, pues el Eterno no absolverá a nadie que tome su nombre en vano".
  4. "Recuerda el día de shabat, para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu labor; mas el séptimo día es shabat para el Eterno, tu Dios; no harás ninguna labor, tú, tu hijo, tu hija, tu esclavo, tu sirvienta, tu animal y tu converso dentro de tus puertas, pues en seis días el Eterno hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el séptimo día. Por eso, el Eterno bendijo el día de shabat y lo santificó".
  5. "Honra a tu padre y tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Eterno, tu Dios, te da".
  6. "No asesinarás al inocente".
  7. "No cometerás adulterio".
  8. "No robarás".
  9. "No consentirás pensamientos ni deseos impuros".
  10. "No codiciarás los bienes ajenos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario